Thursday, October 29, 2009

 

el secreto de sus ojos


Efectivamente, el jueves pasado se cruzaron los planetas y fuimos a ver "El secreto de sus ojos". Igual es que hacía 3 meses que no iba y estaba hasta nervioso, pero no tengo dudas: peliculón. Al más puro estilo Boyero, les animo a ir a las salas y si no quedan satisfechos, me ponen en un comentario sus 20 dígitos y les abono la entrada ipso facto.

Hemos estado a punto de estar 8 días sin publicar, y la verdad es que no sé muy bien por qué, porque temas, como siempre, los ha habido, lo que pasa es que empiezas y dices, bah, esto no va a dar juego...pero saben ustedes que aquí estoy yo para empezar el viernes.

Les podría hablar de "El secreto de sus ojos", por supuesto, o también de "Déjame entrar", que ésta me la vi en DVD y es otra peli de categoría. Incluso de "The Damned United", a no ser que sea usted una de las 2.000 personas que la han visto en el cine.Una pena, peli guapa sobre el mundo del fútbol y de la soledad de los entrenadores, ideal para semanas como ésta, donde gestas como las del Alcorcón hacen que nos siga entusiasmando este deporte. Mucho tema lo del Alcorcón, Guti, Pellegrini y tal. Mucho tema.

El caso es que estaba yo viendo tranquilamente el final del Marbella-Atlético, y empezaba el Alcorcón-Real Madrid y mi mujer me dijo, rollo Laudrup, mirando para otro lado...todo bien con lo del fútbol, pero no me digas que vamos a vernos también al Alcorcón en dieciseisavos de la Copa del Rey, porque esto ya pasa de castaño a oscuro, que es una frase muy de mi madre...y yo, rollo Amorebieta, embarullado, con una amarilla ya, despejando para cualquier lado, no, no, quita, quita PON LO QUE QUIERAS...pero así entre una cosa y otra, ejercí mi derecho de zappeo y vi que la cosa se estaba poniendo histórica en Alcorcón. Qué grande que tambalee todo, por fin ahora que parecía que había un poco de serenidad...cómo me gusta ESO del fútbol, claro que sí, que echen a Pellegrini, que le paguen el pastón, que traigan a Aragonés, que sigan las peinetas y vuelvan las pellizas.

También, incluso, podríamos haber escrito sobre el Informe Robinson de esta noche, que sin duda, justifica el recibo del Plus. Se han marcado un reportaje muy guapo sobre los españoles en la NBA, osti, se me ha puesto la carne de gallina con la tilde de Fernando Martín y todo, qué bien siguen luciendo los partidos de los 80. Lo colgarán en breve en plus.es, estén atentos porque merece la pena.

Pero del que realmente les quería hablar hoy es de un taxista que me ha llevado al mediodía. Al montarme en su taxi le he dicho, "señor, tengo un billete de 50€...", y se ha dado la vuelta y me ha dicho, "y te creerás, chaval, que eres millonario...¿A dónde le llevo?"

Wednesday, October 21, 2009

 

¿por qué todos los jugones sonríen igual?


Llego tarde ya a los homenajes a Andrés Montes, así que está casi todo dicho.
A mí me parecía un tipo que hacía las cosas de manera distinta al resto, y eso ya es mucho. Consiguió crear un código propio, destacar en un mundo donde no es nada fácil ser diferente, y además, creó una jerga inigualable. Y con lo difícil que es poner motes, puso unos cuantos que quedarán con el tiempo.

Me ha dado mucha pena, ya me dio que se fuera de La Sexta, así que esto, ni os cuento.
Le echaremos de menos.

Ha empezado la liga para los Old Stars y como bien dijo Manu en pleno calentamiento, “me vuelve a pillar el inicio de temporada fuera de forma”. Les aguantamos los dos primeros cuartos al Partizán de Riato –para cuándo el libro de equipos de aficionados…?- pero tuvimos nuestro clásico bajón en el tercer cuarto –como los Lakers, vamos-, y se nos fue el partido. Este domingo jugamos a las 9 de la mañana, tú, qué te parece? En fin, todo sea por el basket.

Por lo demás, lo más reseñable en estos días es que la pequeña Aitana agarra el sonajero con la mano. Ni con el gol de Toquero en la final de Copa nos pusimos tan contentos, tú.

Pensaba yo que el casting para encontrar a una persona que cuide de la pequeña iba a dar bastante juego en este blog, pero parece que hemos zanjado el tema con cierta rapidez. El filtrado telefónico es clave, sin duda.

Nos hemos movido en el fascinante mundo de las “referencias”, que es un poco rollo representantes futbolísticos pero sin comisión (que se sepa). La gran risa ha sido una a la que llamamos y aunque ya vimos claro que no iba a ser la persona, atacamos por el tema culinario –va todo en el pack-, no vaya a ser que por casualidad diéramos con alguna abanderada de la nueva cocina, y a la pregunta de ¿sabe usted cocinar?, respondió literalmente: “no es mi fuerte, podría hacer alguna fritanga”. Así que si ya no estaba sumando puntos, la palabra “fritanga” le dio la puntilla.

Se me empiezan a escapar pelis en la cartelera, pero estamos en terapia y no nos vamos a poner nerviosos. Si se cruzan los planetas, mañana nos escapamos a ver la de Campanella, y si no, no.

Thursday, October 15, 2009

 

brooke shields


Y estoy de vuelta por aquí, la cosa fue bien por New York, así que les cuento.


La misión de estos viajes no era otra que la de organizar un evento de presentación de la creatividad publicitaria española a la gente influyente del sector de por allí, con la intención de que a corto medio largo plazo nos encarguen algo. Ya saben, si Almodóvar, Penélope, Camper, Custo, Nadal y Gasol lo han hecho, por qué no las agencias?

Así que si hay que ir, se va, les contamos lo que hacemos y vamos sembrando. Que les gusta, cojonudo, que no, no pasa nada, ya les sonamos.Y a ese evento de 3 horas le he dedicado buena parte de mis horas de los últimos meses. Esa ha sido una reflexión interesante de este viaje, bien saben que no hablo mucho de trabajo en este blog, pero es incalculable la cantidad de horas que hacen falta para montar algo tan breve: reuniones, mails, a quién invitamos, el save the date, la invitación, los presus, la confirmación, el libro, la decoración, la lona, llueve, no, no llueve, entonces lo hacemos en el jardín...luego todo sale bien, pero hasta diez minutos antes, todo parece que va a salir como el culo y que no va a venir nadie.

Pero todo salió como estaba pensado, así que cojonudo. Si están ociosos en el trabajo como corresponde a un buen viernes, le pueden echar un vistazo a COME'09 a ver qué les parece.Los vídeos de los casos molan.

Como verán, uno de los atractivos del acto era que José Andrés, el cocinero, que es un figura de primer nivel, nos hiciera una demostración culinaria a los invitados. Qué crack. Mojitos despresurizados, unas aceitunas líquidas concentradas, palomitas de maíz al nitrógeno líquido que te las tomas y te sale humo por la napia... Vale todo en la cocina ya, vale todo. Luego llegas a casa y te empanas un par de pechugas de las de toda la vida y te da un bajón que te pasas.

En fin.Lástima que con la tontería, se me acaban estas visitas a NY, que le daban un toque metropolitano a este blog. Pero bueno, que me quiten lo andado. No es lo mismo ir pendiente del móvil que no, también les digo, pero así con la tontería, nos hemos dado unos buenos paseos, nos hemos comprado unas cuantas pijadas y hemos actualizado muchos recuerdos y eso siempre se agradece.

Y además, me crucé con Brooke Shields en el SoHo, y eso...eso aquí no pasa.

Saturday, October 10, 2009

 

danet duo


El fallo fundamental de las Danet Duo es que han puesto a competir, sin ninguna necesidad, a dos fuerzas antagónicas como son la vainilla y el chocolate. No seré yo quien dude de la buena intención de la iniciativa, pero a la vista y al sabor está que la cosa no funciona.

La relación entre la vainilla y el chocolate viene de largo, y hay un par de antecedentes que invitaban al optimismo. Yo soy un vainillista convencido, pero es justo reconocer que -dependiendo siempre del fabricante- la cosa funcionaba con aquel mítico trío que era el corte de vainilla, nata, chocolate -con la nata ahí en labores de conciliación-, y por supuesto, en mi maridaje favorito, el inigualable Mikolápiz, que si no me he tomado mil -y digo mil habiendo calculado la verosimilitud del dato-, no me he tomado ninguno.

El problema aquí radica en que estamos con un 80% de la natilla -porcentaje correcto-, pero con un 20% de chocolate muy duro en su composición que anula y no refuerza, sino que compite con el sabor de la natilla. Esto ya lo habíamos testado in house en alguna ocasión, echando una onza de chocolate Nestlé de las de toda la vida en la natilla, y viendo que efectivamente, la cosa no funcionaba, pero como no preguntan a los heavy users, pasa lo que pasa. Yo veo estos productos en el lineal y estoy obligado a comprar, probar y comentar, pero no repito, aquí lo digo. Para mí, la línea classic, cada vez soy más vintage.

Por lo demás, mañana me vuelvo a Nueva York; cómo debemos ser los humanos de complicados que esta vez me da hasta un poco de pereza. Entiéndame, es un viaje paliza porque no vamos a estar ni 48 horas y van a ser bien tensas, sin tener en cuenta que viajamos en domingo y nos perdemos el único lunes festivo que se vislumbraba a lo lejos, pero bueno, no vamos a quejarnos que no procede. Vamos a currar, pero va a ser bonito ver de dónde sacamos 2 horas para darnos una vuelta a nuestra puta bola. Si sale bien a lo que voy, se lo cuento la semana que viene; si sale mal, les hablaré de cualquier otra gilipollez.

En el avión, espero acabarme "Elegía para un americano"; que es una novela de Siri Hustvedt, la mujer de Paul Auster, lo cual no es criterio para comprarla. No me está entusiasmando, pero tiene algo que me hace seguir leyendo.También me leeré el guión de "El gran Vázquez", la nueva peli del gran Oscar Aibar, sobre el dibujante de comics.

En paralelo me estoy leyendo "Pequeños eclipses", que vi en el blog de Lusibe que se lo habían regalado y tenía muy buena pinta. Mola, muy de treintañeros, que es lo que somos. Tengo en la recámara "Mis problemas con Amenábar", para cerrar un poco la herida de Agora, y también el de Andrés Rabadán, que me dio un poco de cosa comprarlo, pero los dibujos son espectaculares.

Pues nada, queridos lectores, ya les dejo, que van a entrevistar en "La Noria" a Nagore la de Gran Hermano, que alguna copa que otra ya nos ha puesto en el Nasch bilbaíno; como sea verdad que es un travelo, me subo de cuclillas al Empire State y bajo a la pata coja.

Wednesday, October 07, 2009

 

ágora


A ver, que me llaman los lectores al móvil sin ningún respeto con que a ver cuándo actualizo; si fuera por mí, me pasaría la vida escribiendo posts, pero cuando no se puede, no se puede.

Y es que encima intento centrar el tiro y no atino, así que sigo a lo mío, yo les cuento mi vida y si les interesa, sigan leyendo, y si no, hay un montón de blogs y prensa nacional de interés.

Bueno, pues tirando de la prensa, no quiero dejar pasar un gran titular que había hoy en la prensa: "Llámame Don Vito". Qué poca clase hay que tener para decirle eso a alguien y no tratarle de usted. Si es que ya cualquiera ve El Padrino. Me he enganchado tarde a la trama Gürtel, y estoy arrepentido, porque encima veo que está metido Alejandro "ídolo máximo" Agag y eso yo no me lo pierdo.

Ayer fui al estreno de Agora. Yo lo que quería era ir a ver "El secreto de sus ojos" o la de Woody Allen, pero como estoy atontado con mi nuevo status familiar, y paso por casa menos de lo que me gustaría, estamos cuidándonos mucho con el ocio porque no es plan. Pero los estrenos están totalmente sobrevalorados e inexplicablemente, justifican cualquier cosa. Que dices, "oye que me voy a ver la de Woody Allen a las ocho y cuarto, a las diez estoy en casa, hace falta que traiga algo?" y te sientes un jeta que tiene abandonadas sus ocupaciones como padre; que dices "tengo dos entradas para el estreno de la nueva de Amenábar...", ala qué guay, vete, vete...y como tampoco vamos a ponernos más papistas que cualquier padre, pues nos vamos.

Y qué pasa, pues que error absoluto.¿Qué por qué? Porque en la entrada ponía literalmente que a partir de las 20.15 se impedía la entrada a las salas y como somos gente seria, estaba sentado en mi butaca desde las 20.08..y hasta las 21.52, estuvimos viendo en una pantalla de cine cómo pasaban por el photocall una cantidad de famosetes de garrafón,garrafón -imaginen ver Corazón, Corazón sin editar durante casi dos horas...-mientras me clavaba un contenedor de palomitas celebrando que he perdido 2,100Kgs en las últimas fechas y gritando muchísimo por dentro. Así que -lo siento Amenábar, mira que te admiro-,pero recordaré Agora por estas cosas, y venga vale, por Rachel Weisz y también por algunos planos acojonantes, pero para cuando empezó tu Agora, estaba yo ya pensando en la mía.

Total, que no espabilo con lo de los estrenos y mira que me ha pasado veces. ¿Qué tenía que haber hecho? Haberme pegado una sesión doble con los anteriores títulos, haber dado por vista Agora y la vida sigue igual.

Así que me veo obligado a escribir 100 veces:

No volveré a ir nunca más a un estreno de cine español (y menos, a Kinépolis)
No volveré a ir nunca más a un estreno de cine español (y menos, a Kinépolis)
No volveré a ir nunca más a un estreno de cine español (y menos, a Kinépolis)
No volveré a ir nunca más a un estreno de cine español (y menos, a Kinépolis)
No volveré a ir nunca más a un estreno de cine español (y menos, a Kinépolis)
No volveré a ir nunca más a un estreno de cine español (y menos, a Kinépolis)
No volveré a ir nunca más a un estreno de cine español (y menos, a Kinépolis)
No volveré a ir nunca más a un estreno de cine español (y menos, a Kinépolis)
No volveré a ir nunca más a un estreno de cine español (y menos, a Kinépolis)
No volveré a ir nunca más a un estreno de cine español (y menos, a Kinépolis)
No volveré a ir nunca más a un estreno de cine español (y menos, a Kinépolis)
No volveré a ir nunca más a un estreno de cine español (y menos, a Kinépolis)
No volveré a ir nunca más a un estreno de cine español (y menos, a Kinépolis)
No volveré a ir nunca más a un estreno de cine español (y menos, a Kinépolis)
No volveré a ir nunca más a un estreno de cine español (y menos, a Kinépolis)
No volveré a ir nunca más a un estreno de cine español (y menos, a Kinépolis)
No volveré a ir nunca más a un estreno de cine español (y menos, a Kinépolis)
No volveré a ir nunca más a un estreno de cine español (y menos, a Kinépolis)

No volveré a ir nunca más a un estreno de cine español (y menos, a Kinépolis)
No volveré a ir nunca más a un estreno de cine español (y menos, a Kinépolis)

No volveré a ir nunca más a un estreno de cine español (y menos, a Kinépolis)
No volveré a ir nunca más a un estreno de cine español (y menos, a Kinépolis)
No volveré a ir nunca más a un estreno de cine español (y menos, a Kinépolis)
No volveré a ir nunca más a un estreno de cine español (y menos, a Kinépolis)
No volveré a ir nunca más a un estreno de cine español (y menos, a Kinépolis)
No volveré a ir nunca más a un estreno de cine español (y menos, a Kinépolis)
No volveré a ir nunca más a un estreno de cine español (y menos, a Kinépolis)
No volveré a ir nunca más a un estreno de cine español (y menos, a Kinépolis)
No volveré a ir nunca más a un estreno de cine español (y menos, a Kinépolis)
No volveré a ir nunca más a un estreno de cine español (y menos, a Kinépolis)
No volveré a ir nunca más a un estreno de cine español (y menos, a Kinépolis)
No volveré a ir nunca más a un estreno de cine español (y menos, a Kinépolis)
No volveré a ir nunca más a un estreno de cine español (y menos, a Kinépolis)
No volveré a ir nunca más a un estreno de cine español (y menos, a Kinépolis)
No volveré a ir nunca más a un estreno de cine español (y menos, a Kinépolis)
No volveré a ir nunca más a un estreno de cine español (y menos, a Kinépolis)
No volveré a ir nunca más a un estreno de cine español (y menos, a Kinépolis)
No volveré a ir nunca más a un estreno de cine español (y menos, a Kinépolis)
No volveré a ir nunca más a un estreno de cine español (y menos, a Kinépolis)
No volveré a ir nunca más a un estreno de cine español (y menos, a Kinépolis)
No volveré a ir nunca más a un estreno de cine español (y menos, a Kinépolis)
No volveré a ir nunca más a un estreno de cine español (y menos, a Kinépolis)
No volveré a ir nunca más a un estreno de cine español (y menos, a Kinépolis)
No volveré a ir nunca más a un estreno de cine español (y menos, a Kinépolis)
No volveré a ir nunca más a un estreno de cine español (y menos, a Kinépolis)
No volveré a ir nunca más a un estreno de cine español (y menos, a Kinépolis)
No volveré a ir nunca más a un estreno de cine español (y menos, a Kinépolis)
No volveré a ir nunca más a un estreno de cine español (y menos, a Kinépolis)
No volveré a ir nunca más a un estreno de cine español (y menos, a Kinépolis)
No volveré a ir nunca más a un estreno de cine español (y menos, a Kinépolis)
No volveré a ir nunca más a un estreno de cine español (y menos, a Kinépolis)
No volveré a ir nunca más a un estreno de cine español (y menos, a Kinépolis)
No volveré a ir nunca más a un estreno de cine español (y menos, a Kinépolis)
No volveré a ir nunca más a un estreno de cine español (y menos, a Kinépolis)
No volveré a ir nunca más a un estreno de cine español (y menos, a Kinépolis)
No volveré a ir nunca más a un estreno de cine español (y menos, a Kinépolis)
No volveré a ir nunca más a un estreno de cine español (y menos, a Kinépolis)
No volveré a ir nunca más a un estreno de cine español (y menos, a Kinépolis)
No volveré a ir nunca más a un estreno de cine español (y menos, a Kinépolis)
No volveré a ir nunca más a un estreno de cine español (y menos, a Kinépolis)
No volveré a ir nunca más a un estreno de cine español (y menos, a Kinépolis)
No volveré a ir nunca más a un estreno de cine español (y menos, a Kinépolis)
No volveré a ir nunca más a un estreno de cine español (y menos, a Kinépolis)
No volveré a ir nunca más a un estreno de cine español (y menos, a Kinépolis)
No volveré a ir nunca más a un estreno de cine español (y menos, a Kinépolis)
No volveré a ir nunca más a un estreno de cine español (y menos, a Kinépolis)
No volveré a ir nunca más a un estreno de cine español (y menos, a Kinépolis)
No volveré a ir nunca más a un estreno de cine español (y menos, a Kinépolis)
No volveré a ir nunca más a un estreno de cine español (y menos, a Kinépolis)
No volveré a ir nunca más a un estreno de cine español (y menos, a Kinépolis)
No volveré a ir nunca más a un estreno de cine español (y menos, a Kinépolis)
No volveré a ir nunca más a un estreno de cine español (y menos, a Kinépolis)
No volveré a ir nunca más a un estreno de cine español (y menos, a Kinépolis)
No volveré a ir nunca más a un estreno de cine español (y menos, a Kinépolis)
No volveré a ir nunca más a un estreno de cine español (y menos, a Kinépolis)
No volveré a ir nunca más a un estreno de cine español (y menos, a Kinépolis)
No volveré a ir nunca más a un estreno de cine español (y menos, a Kinépolis)
No volveré a ir nunca más a un estreno de cine español (y menos, a Kinépolis)
No volveré a ir nunca más a un estreno de cine español (y menos, a Kinépolis)
No volveré a ir nunca más a un estreno de cine español (y menos, a Kinépolis)
No volveré a ir nunca más a un estreno de cine español (y menos, a Kinépolis)
No volveré a ir nunca más a un estreno de cine español (y menos, a Kinépolis)
No volveré a ir nunca más a un estreno de cine español (y menos, a Kinépolis)
No volveré a ir nunca más a un estreno de cine español (y menos, a Kinépolis)
No volveré a ir nunca más a un estreno de cine español (y menos, a Kinépolis)
No volveré a ir nunca más a un estreno de cine español (y menos, a Kinépolis)
No volveré a ir nunca más a un estreno de cine español (y menos, a Kinépolis)
No volveré a ir nunca más a un estreno de cine español (y menos, a Kinépolis)
No volveré a ir nunca más a un estreno de cine español (y menos, a Kinépolis)
No volveré a ir nunca más a un estreno de cine español (y menos, a Kinépolis)
No volveré a ir nunca más a un estreno de cine español (y menos, a Kinépolis)
No volveré a ir nunca más a un estreno de cine español (y menos, a Kinépolis)
No volveré a ir nunca más a un estreno de cine español (y menos, a Kinépolis)
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No volveré a ir nunca más a un estreno de cine español (y menos, a Kinépolis)
No volveré a ir nunca más a un estreno de cine español (y menos, a Kinépolis)
No volveré a ir nunca más a un estreno de cine español (y menos, a Kinépolis)
No volveré a ir nunca más a un estreno de cine español (y menos, a Kinépolis)
No volveré a ir nunca más a un estreno de cine español (y menos, a Kinépolis)
No volveré a ir nunca más a un estreno de cine español (y menos, a Kinépolis)

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