Monday, April 26, 2010

 

un profeta


Hemos tenido un finde tranquilito, si acaso un tanto “ensangrentado” de manera colateral, no se me asusten: el viernes nos salpicó un poco viendo “Un profeta” y ayer fue inevitable no estar pendiente de la cogida de José Tomás;

En cuanto a “Un profeta”, menudo peliculón. Yo seguí mi plan de viernes 16.00H y ahí estaba en la plaza de los Cubos, que me tuve que comer un happy meal porque no me daba tiempo a nada más, lo que se dice andar de un sitio para otro como puta por rastrojo. Pero vamos, que vaya si mereció la pena. No puedo decir que sea la peli del año porque sería una temeridad, teniendo en cuenta el lamentable ritmo cinematográfico que llevo, pero me pareció una película espectacular. El mundo del cine tiene estas cosas: a pesar de ser una película muy por encima de la media, ha pasado desapercibida para el gran público, que sin embargo, acudió en masa a ver “Celda 211”, lo cual me parece genial. Aunque las películas no tienen mucho que ver entre ellas, más allá de ser dos historias que pasan en una cárcel, a mí me han gustado mucho las dos, aunque creo que juegan en ligas distintas. Eso sí, si Malamadre estuviera en la cárcel de “Un profeta”, le hacía los recados...

Y ayer domingo, estaba yo poniéndome al día con el twitter y de repente, me enteró de que a José Tomás le habían pagado una cornada que a punto estuvo de ser la última. El tema toros no lo he tocado mucho en la blogosfera, pero hubo un momento que me enganchó bastante. Como con tantas otras cosas, me gusta más lo que le rodea que los festejos en sí, pero bueno, siempre estoy al tanto. Y me impresionan mucho las cornadas, la verdad, desde el punto de vista tremendista y sobre todo, desde el punto de vista médico. Porque sólo de pensar cómo llegó ayer José Tomás a la enfermería me mareo.

Pero a lo que voy. Acabo de leer un reportaje en el que el padre del torero, que estaba en la plaza –sí, mejor no pensarlo…- habla de las malas condiciones de la enfermería, que no había anestesista, ni sangre, ni nada, y que la operación de ayer fue una auténtica proeza, cosa que no dudo. Y se me ha pasado por la cabeza un pensamiento que como tengo un blog lo pongo, y es que si según parece, el bueno de Tomás se levanta cada tarde aprox 300.000€, igual había que dedicar una parte simbólica de ese pastizal a preocuparnos de que haya sangre y medios en la enfermería, no vaya a ser que en tiempos de redes sociales y fibra óptica, seamos unos fenómenos negociando y arrimándonos como el que más, y luego se nos vaya todo al otro barrio en una mala cornada porque no había un quirófano preparado en un lugar donde las probabilidades de que pase algo grave son importantes.

Una vez dicho esto, hay que reconocer que José Tomás se juega la vida cada tarde. Por eso le pagan lo que le pagan y por eso el párrafo anterior. A ver si se recupera pronto.

Tuesday, April 20, 2010

 

bilbao invaded

El tema nube se puede tocar desde distintos puntos de vista.

Desde el mío, por ejemplo, consecuencias directas: el domingo nos íbamos a venir en avión y nos tuvimos que venir en tren. Esto, sumado a que pensaba que iba a poder ir a San Mamés pero pusieron el partido a las 19.00 en vez de a las 17.00 y tampoco pude ir, hace que no haya sido nuestro mejor finde a nivel logístico. Eso sí, no hay como darse una vuelta por las webs y telediarios para ver que hay gente más nublada que nosotros. También os digo que Iberia recupera las pérdidas y todavía gana pasta con lo que está sacando del 807123456 de atención al cliente.
De todas maneras, no me negarán que esto de la nube va directo a la carpeta del efecto 2000, la gripe A y demás leyendas urbanas…

En cualquier caso, los findes en Bilbao nos siguen poniendo la pila a tope, así que os cuento un poco lo que he hecho –y lo que no- que lo mismo os sirve de guía si vais ese finde que todos tenéis pendiente.

El viernes nos fuimos a cenar al Goizeko Izarra, sin miramientos. A tiro fijo. De aquí valoramos mucho, pero mucho es mucho, la chuleta y casi al mismo nivel, las patatas fritas, que en estos tiempos 2.0 están perdiendo valor, pero cuando están buenas, elevan lo demás.

Aunque teníamos correa para haber apostado por algún garito de nuestro gusto, optamos por hacernos fuertes en el Goizeko, así que dejamos la noche bilbaína para otro día, ojo al juego de palabras, que me ha salido sin querer y no es fácil.

El sábado por la mañana me hubiera gustado ir a visitar la exposición de Mr. Pentland
en el museo del Athletic, pero espero hacerlo en mi próxima visita.

Sí me dio tiempo a pasarme por las tiendas pijeras de ropa y por las librerías que me molan. En la librería Cámara, por ejemplo, encontré “Bilbao invaded”, un librico de esos raros sobre un artista multimedia que puso en su día por Bilbao unas cuantas figuritas marcianas hechas con azulejos de esos piscineros. Mola mucho.

También me pasé por Joker para echar un vistazo a las novedades en el mundo comic. No me sé las conexiones reales, pero creo que los dueños de Joker o algunos de ellos son los mismos de la editorial Astiberri, que ha influido mucho en que yo empiece a interesarme por este mundillo, así que cuando puedo, me paso y compro algo.

Por supuesto, me dio tiempo a darme una vuelta por el Casco Viejo, que cada día me gusta más. Si no voy, me pongo malo. Han quitado algunas tiendas que me molaban pero por lo que vi, están abriendo cosas nuevas también, así que como diría el gran José Mota, las gallinas que entran por las que salen.

Y ya fuera de los circuitos comerciales, vi a Luisbe, al primo Jon, mi madre me hizo unas patatas con chorizo (a.k.a. a la riojana) que lo flipas, me vi la derrota del Bilbao Basket con Zubiri y con Juan, y luego nos tomamos una copa en el Ambigú -donde por cierto, y para cerrar un poco el círculo, hay una figurita de esas marcianas- .

Y para terminar el festín y recuperar ese kilito que habíamos perdido, mi padre nos compró un par de palmeras de chocolate para el viaje en la pastelería Nueva York -sin saber que yo ya había comprado unas en Martina de Zuricalday-, así que dura elección.

Y además de todo eso, me dijeron que voy a ser el padrino de mi sobrina Noa, lo que me hace una ilusión del copón!
Así que pueden empezar a llamare Don Vito, como al mismísimo Correa ;-)


Saturday, April 10, 2010

 

cartelera

Tras darle muchas vueltas a la situación, hemos encontrado un nicho de mercado para ir al cine: los viernes a las 16.00H. Si hace unos meses me preguntan: en qué momento de la semana no iría nunca al cine? Hubiera contestado, sin dudar: viernes 16.00H.

Pero así es la vida, queridos lectores, así que salimos rápido del work, le damos un poquito al fast food y nos metemos a una sala. Así hemos visto en las últimas semanas "Las viudas de los jueves" y "El mal ajeno", dos pelis que por otro lado, tampoco son para perderse una siesta. Pero bueno, sólo por la ilusión que nos hace enfrentarnos a la sala oscura, merece la pena.

"Las viudas de los jueves" es la sexta o séptima peli de Marcelo Piñeyro, un director argentino al que admiro; su cine es puro entretenimiento, pero tiene un par de pelis, "Caballos salvajes" y sobre todo, "Cenizas del paraíso", que me gustaron mucho en su día. Lo que ha hecho posteriormente, "Kamchatka", "El método", no tanto, y ésta de las viudas tiene buenos detalles, pero no me llenó.

"El mal ajeno" no es peli para hipocondriacos así que no es peli para mí. Error claro por mi parte, pero aún así, me apetecía ver el debut de Oskar Santos, director de cine bilbaíno, rara avis pues. Creo que en taquilla no ha funcionado todo lo bien que se esperaba, pero está aguantando.

Y "An education" la vimos de manera totalmente clandestina, pero le teníamos ganas porque el guión es de Nick Hornby, y la verdad, me gustó bastante. Tiene un rollito "talento de Mr.Ripley" que me mola mucho, y los actores principales se salen. Carey Mulligan está para llevarla a casa un domingo y presentarla a los padres tranquilamente.

Todavía nos quedan de ver las buenas: "La cinta blanca" y "Un profeta", a ver si aguantan y en un par de viernes nos ponemos al día, que ya es hora.

Wednesday, April 07, 2010

 

el puto amo


Estamos en semanas un poco aburridas en lo laboral, para qué nos vamos a engañar a estas alturas, así que todo lo interesante nos pasa fuera del trabajo. Esto no es ni bueno ni malo, simplemente, es.

Así que una semana con cuartos de final de la Champions es una semana con incentivo extra al llegar a casa. Por tanto, es importante no tener reuniones a partir de las 18.00, evitar presentaciones al día siguiente, bueno, ya saben ustedes, que todos hablamos el mismo idioma.

Y claro, llegas ayer y te ves un Barça – Arsenal, con el recital de Messi y te sientes un afortunado de haber nacido en su tiempo. Que Di Stefano, Cruyff y Pelé, sí, todo bien, y Maradona, bueno, le vimos en San Mamés con el Sevilla (un sí pero no de manual, eh?), pero a Messi sí que le estamos disfrutando ahora en plenitud.

Y del partido de ayer, a mí la imagen que más me gustó –la he buscado para ilustrar este post pero no había manera-, es cuando Messi se mete al túnel de vestuarios, con el 10 a la espalda y botando el balón que firmarán sus compañeros. Mi lado más humano –bueno, igual es mi lado más cotilla...y qué?-, me pide saber qué pasa después, cómo le reciben sus compañeros en el vestuario, cómo arranca el coche, cómo llega a su casa, me imagino que pondrá la tele y estará él, se meterá a internet y verá su imagen en cualquier periódico del mundo, abrirá la nevera y se tomará una Danet de esas que él mismo anuncia -o eso haría yo -, y se mirará al espejo y se dirá, la verdad, soy el puto amo.

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