Tuesday, September 27, 2011

 

the artist


Dentro del programa de acercamiento pormenorizado one to one a lectores del blog, el viernes me tomé mi mosto anual con anderiza , que como lee entre líneas y no se le escapa una, me descubrió que el leit motiv de este blog no era otro que el de buscar razones para escribir posts sobre que estoy a punto de dejar de escribir, no sé si me entienden. Yo sí. Y tiene razón, el muy cabrón.

Total, que con ese pensamiento perenne sobre la escritura de es
te post,les cuento que el jueves volví a Donosti para seguir viendo películas. Llegué directamente al Teatro Principal para ver la última de Aki Kaurismaki, y sin miedo a perder lectores en Finlandia, les anuncio públicamente que no me interesó nada. De ahí fuímos a ver "Puzzled Love", que es una apuesta interesante -otra- de los alumnos de la ESCAC, y que su gran particularidad es que está dirigida por 13 directores. Tiene cosas curiosas, aunque por definición, es irregular. Y de ahí, tras un par de pintxos en La Cuchara de San Telmo y La Viña, nos metimos a ver "Rampart", un thriller policiaco ambientado en L.A. con Woody Harrelson, que lo mismo podía estar en la sección oficial, como en ofertas de DVD a 1€. Pero vamos, que a mí me entretuvo bastante.

De ahí la inercia nos llevó a Bataplán, donde algún organismo mejicano que no recuerdo así de primeras patrocinaba las consumiciones, y nos retiramos moderadamente sin saber que a la mañana siguiente, veríamos in situ una de las películas triunfadoras del festival: la griega. Un coñazo infumable, pero que con la tontería, se llevó la Concha de Plata al mejor director y al mejor actor.Villarato en toda regla.

Así que había que remontar la jugada y fuimos, previo paso por Ganbara y Aralar, a ver "The Artist", sí, amigos, una peli muda y en blanco y negro que deberán ver sí o sí si no se quieren perder una de las películas del año, quién sabe si de la década, si no de la historia del cine. Absolutamente genial. Así que después de ver semejante maravilla, y dando por hecho que no íbamos a ver nada mejor, nos fuimos a cenar al Aldanondo con Dominik Moll, el director de "El monje", que se presentaba en una sección paralela y de ahí nos tomamos un gin tonic en el Dickens para poner punto y final in crescendo a nuestra andadura en el festival.

No me gustaría terminar si
n entregar mi palmarés, merecidísima Concha de Oro a un crujiente de txangurro del Ganbara, Concha de Plata a una tortilla de patata con pimiento y cebolla caramelizada -no recuerdo el nombre del sitio pero sí el camino-, y Premio Especial de "El adversario" a una tarta de queso que encontré en la pastelería que hay detrás del Ayuntamiento.

Nos fuimos con la esperanza de volver, como siempre.



Wednesday, September 21, 2011

 

Kiseki


Pues nada, que me he tenido que ir al Festival de Donosti para recuperar el tono con el blog, que siempre da juego un poco de celuloide.

Lo del Festival de Cine está marcado en el calendario mental como el cumpleaños, los Athletic-Real Madrid, y un par de cosas más que nos hacen felices, así que no me pongo demasiadas trabas a mí mismo para hacer todo lo posible por ir.

Haciendo memoria gracias a la fenomenal serie documental que han estado dando en La2 contando la historia del festival, resulta que este año hace 15 que fui por primera vez #ojoconeso. Mi primer recuerdo fue ver Trainspotting en el Velódromo de Anoeta, y a partir de ahí, me las fui ingeniando para ir en condiciones. Me ahorro los detalles que ya los he contado alguna vez.

Total que este año, como sobran días de vacaciones y además tengo que ir por curro, nos hemos hecho un juanpalomo y nos hemos presentado allí con toda la ilusión del mundo. Porque de lo que más hay en el Festival, aparte de ansiedad, es ilusión por encontrar LA película, dentro de la cantidad inasumible de películas que hay.

He estado un par de días, y me ha dado tiempo a ver de todo. Empecé con "Arrugas", la adaptación cinematográfica del maravilloso comic de Paco Roca, uno de mis ídolos del momento. Me gustó mucho y me encantó ver al equipo hablar con pasión de un proyecto precioso. Después no pude entrenar a una de la sección oficial por un problema de overbooking y me calcé "El silencio de los corderos" así, sin avisar. 20 años tiene la película, casi nada. Lo malo de volverla a ver en Donosti así de primeras es que te condiciona todo el Festival, porque claro, difícil ver algo mejor que semejante peliculón.
Y lo que al escribir me cuesta entender es que fue salir de ver a Hanibal Lecter diciendo que le espera un amigo para cenar y hacer cola para entrar a ver "Shame", un peliculón que triunfó en Venecia y que es cine enorme, con una música, un actor y unos planos secuencia por Nueva York que van a hacer de ella una de las películas del año, sin duda.

Pero no se crean que esto de los festivales es de relax, qué va, que al día siguiente me puse el despertador a las 7:50 para ir a ver "Kiseki", una película de Hirokazu Kore-eda. Soy consciente de que puedo ser sometido a vaciles varios por los menos cinéfilos, pero de verdad, con ese pacto de lectura y la confianza que otorga este blog, háganse un favor e intenten ver "Nadie sabe", "Still walking" o esta "Kiseki" cuando la estrenen. Son geniales. Ojalá se lleve la Concha de Oro.
Al mediodía me vi "Extraterrestre", del gran Nacho Vigalondo, y me eché unas buenas risas con Areces, Raúl Cimas y compañía, y mola ver cómo el talente puede hacer olvidar la falta de presupuesto.
Así a primeras no me acuerdo que vi después y eso que fue ayer, pero mientras escribo esta línea sí, me metí a ver "Todas las canciones hablan de mí", de Jonás Trueba, que se me pasó en el cine y me apetecía verla. Tiene cosas chulas, aunque se me hizo un poco pesada. Después me fui a jugar un par de horas con mi sobrino Paul que me dejó clavado su "no te vayas todavía tío Carlos" y enganché "Le Skylab", con Julie Delphy, que cuenta un encuentro de la típica familia disfuncional que tanto mola en la ficción y mola y te ríes y te das cuenta de que la realidad supera a la ficción. Y además, tiene una escena de fútbol guapa que reportamos convenientemente a @futbolycine.

Y dimos por hecho el día y esta mañana hemos ido medio dormidos a ver "La voz dormida", que no me ha emocionado como debiera una película que es en sí puro sufrimiento, pero que me ha servido para descubrir a una actriz como María León.

Y eso es todo. Hoy me he venido a Bilbao para hacer escala y volver mañana para seguir viendo cine, que es lo que toca.

Gabón, Donosti.

Wednesday, September 07, 2011

 

el penúltimo mohicano de la era postal


Pues sí, para que negarlo, en tiempos de twitter, escribir un post es como poner un fax, a esos niveles de pereza hemos llegado.

Es acojonante. Desde mi espectacular cameo con Violeta Torbellino he intentado ponerme 3 ó 4 veces para escribir un post y no hay manera. Y eso que estoy cerca de los 500 posts #ojoconeso, pero no hay manera de llegar.

Y siempre hay cosas que contar, pero no encuentro el momento. Así de rápido va esto.

Ya pasó el verano. La vuelta a Madrid fue dura y calurosa, pero nos adaptamos rápido.

La que más cosas tiene que contar, de largo, es la pequeña Aitana, que ya ha cumplido dos años, el lunes empezó la guardería y empieza a darse cuenta de que en la tripa de mami hay una hermanita en camino. Vamos, que cualquier día de estos nos manda a tomar por saco y con razón.

Empieza a jugar bastante bien "al otro fútbol", ya sabe que papi es el dealer de chocolate en casa, así que me muero de risa cuando se despierta de la siesta y acerca al frigorífico con el dedo señalando al norte como nueva conquistadora del mundo gritando desesperada "caaaaaateeee, caaaaateeee", que equivale a tableta de Nestlé.

Por lo demás, y si vuelve a pasar el cometa Halley por aquí, la semana que viene empalmaremos un Bilbao-Donosti-Bilbao en toda regla que si todo cuadra, y ya me encargaré yo de que sí, empezará con un Athletic-Betis seguirá con un puñado de pintxos y películas y debiera terminar con un Athletic-Villarreal en San Mamés; a ver si no se estropea el plan cinéfilo futbolero.

Cuando pienso en dejar el blog, pienso automáticamente en el cuadro de Antonio López sobre la familia real, que lleva no sé cuántos años pintándolo y permanece ahí, con vida, medio tapado, supongo que cada 3 ó 4 meses le pintará una pestaña a la infanta Elena o tocará alguna pata de gallo de la Reina o modificará un poco la maltrecha rodilla del Rey. Pues este blog está un poco así.

Se me está resistiendo el post en el que les anuncie que por fin bajo de los 90 kilos pero no hay manera, su puta madre. Estoy cerca, rondando los 90,6...pero no bajamos de la barrera psicológica.

Así que no se me escapen, queridos fieles, que se les valora.

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