Wednesday, September 07, 2005

 

¿con éstos se puede?


mocasines
Originally uploaded by
cranfer.
Con lo justo que ando a veces de temas para el blog, y yo sin tocar todavía el tema de los bares en los que no te dejan entrar con zapatillas.

La última la vivimos el sábado pasado en el Art Decó, un “no lugar” de esos a los que uno entra por eliminación.Tú dices: ¿y si vamos al Art Decó?, y la voz interior ya te está diciendo que por qué lo has hecho. Y encima que vas, todavía tienes que pasar el casting del pringa-nillo de la puerta, que lo mismo está escuchando a Vanderlei Luxemburgo y todavía no se ha dado cuenta.

Total que ahí llegamos los seis bilbaínos con un puntillo considerable y resulta que uno no llevaba zapatos. Ya la íbamos a tener. Ahí estábamos abrazados, como si estuviéramos bailando “New York, New York”, enseñándole simultáneamente los zapatos al pringa-nillo.Y tras el típico tira y afloja, absurdo pero eficaz, pudimos entrar al antro en cuestión.

Y a mí lo que me fascina es que tú puedes ir hecho un homeless, con una camiseta en la que ponga en tipografía Impact “Los porteros de las discotecas son gilipollas” y una falda escocesa, que si vas con unos mocasines, pasas hasta la cocina. Y eso es una genialidad.

Me acuerdo una vez que no nos dejaron entrar al Doblón -que también manda cojones- y el gran Luisbe y el no menos grande Pedro López subieron a mi casa y bajaron otra vez con unos zapatos míos de traje que parecían Milikito y Rody en sus mejores tiempos. Iban como pisando huevos y el portero rollo, “anda, pasad, que os lo estais currando…”

Y es que, para rematar el post, van y te ponen la de “Zapatillas” de El Canto del Loco en la que se descojonan, precisamente, de todo eso. Pues la cantamos y nos desahogamos tan a gusto.

Eso sí, cuando te vas del bar siempre te puedes acercar al “pringa-nillo” y preguntarle a ver si puedes salir del bar con zapatos; y ahí se queda el otro mirando suelas, que tiene su desgaste.

Comments:
tengo entendido que el sr. pérez-loser practica la técnica del intercambio zapatil con gran éxito de crítica y público.
 
Tiene tela lo de algunos garitos nocturnos. Te exigen zapatos y luego te cascan un garrafón que no te permite volver andando a casa. Skate or die!
 
Efectivamente, Pacheco, en ese mismo garito, el art deco, no me dejaban entrar por llevar zapatas; así que le pedí a Fede que me dejara uno de sus zapatos, y nos presentamos con un zapato en un pie y una zapatilla en el otro, y claro, pues entonces sí que nos dejaron pasar.

Gilipollas son.
 
Por cierto, rubens, desde aquella noche mi zapato derecho no huele igual.


Gran noche.
 
Y qué me dicen ustedes de cómo FRUNCEN EL CEÑO algunos porteros cuando vas con unos Camper un poco raros. Se quedan mirando como analizando... "Joder, ¿eso son zapatos o zapatillas?".
Y al otro lado del pinganillo sólo hay silencio.
 
a no quejarse que en los garitos de la nuestra ciudad los in-nombrables son rumanos... y a nos el cirílico como que no. Y a ver cómo le explicas tú que con las chanclas va una tan mona a la par que femeninísima
 
hace como 3 años, no nos dejaban entrar en un ANTI-lugar de éstos de madrid porque un amigo de zaragoza llevaba botas de montaña [que igual costaba 50.000 pelas cada una, pero eran botas].
yayo, al que algunos conocéis, le dijo al apamplinao de la puerta que sin él, no entrábamos nadie y que saldrían los amigos de dentro.
pasó yayo dentro y en 5 minutos salían detrás de él unos 20 murcianos.
el del garito de al lado nos dejó pasar. era fácil ver que no éramos de los de zumo de piña toda la noche.
 
Fenómeno el Yayo...

Miami Beach: no dejan entrar sin camisa en bastantes sitios.
 
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