el adversario

Siguiendo con la trilogía navideña, hoy toca el tema de los regalos de las empresas.

Yo reconozco que he tenido mogollón de suerte, cinco años trabajando y ni una cesta! Un año nos cayó un reproductor de DVD y lo recuerdo como uno de los dias más felices de mi vida. Andaba yo mandando curriculums y aquello supuso renovar moralmente otro año más. Otro año fue un discman bastante apañado, otro una cámara digital y así hemos ido haciéndonos con una colección de objetos fardones bastante curiosa.La excepción fue el año que el señor davismiles se sacó una campaña jena total y me tocó un exprimidor de diseño que se quedó en la última mudanza sin dudarlo ni un segundo.

En la agencia de ahora, el año pasado regalaron una tarjeta fnac cargada con 60€ y rezo porque eso se convierta en una tradición, dentro de estos días en los que todo huele a de ja vu (go).

Esta mañana he visto en recepción unas cajas de Cacao Sampaka -el nuevo templo del chocolate- y las he dado por buenas en 0,2 nonasegundos, pero la rumorología dice que no son para nosotros. Pero ha sido llegar a mi sitio y ver que me han mandado de no sé donde un reproductor MP3, así de lo más tonto... si yo soy un pringado! Pero aquí te meten en la base de datos y ya no te sacan de ahí ni a palos. Así va el país.

Por no entrar en la esencia de este post, que son las cestas de Navidad, momento ideal para liberar stock de 1880 –probablemente, el turrón más desactualizado del mundo- y unas Tortas Teclo que si sabéis lo que son por favor poner un comment, porque es como coger 60 piedrillas y ponerle un barquillo arriba y otro abajo y para la cesta.

Fijaros en la cesta de la foto, han metido una caja de galletas Artiach y unos almendrucos, pero bueno, un poquito de compromiso, por favor! Si con dos tabletas Suchard y un sobre de jamón al vacío ya vale, de verdad. Qué manera de tirar el dinero.

# posted by cranfer @ 8:39 PM