Thursday, December 25, 2008

 

contrastes varios


El martes me cogí el día libre porque no aguantaba más sin pisar Bilbao. Luego llegas y no es para tanto, pero las expectativas siempre son máximas. Además, fue bajar del tren y cruzarme en 200 metros con Andoni Zubizarreta y con Iñaki Anasagasti, que marcan un poco los máximos y los mínimos que uno puede cruzarse por el botxo, y te ponen en contexto echando virutas.

Por la noche nos fuimos al Antzoki a ver a Quique González, que es uno de mis músicos favoritos ahora mismo, por no decir que es lo que más escucho, por no decir que es lo único que escucho; verle en Madrid estaba imposible, y eso que toca 3 días este fin de semana. Es curiosa la carrera de este tipo, que disfruta ahora de un reconocimiento popular que probablemente nunca se imaginaría. Me alegro un montón.

El Antzoki estaba petado, lo que siempre incomoda, pero el concierto me encantó, tiene un repertorio realmente bueno y se pegó una versión de "Paloma" de Calamaro que me llegó. Estuve acompañado de dos de los pilares del sanedrín rockero bilbaíno a los que parece que también les gustó, y eso que hilan bastante fino. Así que nos fuimos viniendo arriba y poniendo a tono en el Azkena, y luego me fui al barrio pijo caminando por la Gran Vía, donde el lunes cayerón 9.000 millones de pesetas...que se dice pronto. Me enganché con Javi y con Juan, y siguió manando el ron añejo y cuando estábamos ya en los minutos de descuento, resulta que el camarero del Camin es chileno y le hablé de "Los detectives salvajes" de Bolaño y le toqué la fibra y aunque el partido estaba ya ganado, nos sacó dos copas como dos soles. Siempre es bueno tener un par de datos de estos de cada país, porque te pueden sacar de un apuro. No es que estuviéramos precisamente en un apuro, pero bueno, ya me entendéis.

Ayer, a La Rioja con la familia. Claro que sí, muy a gusto también.Si es que la Navidad tiene sus pros y sus contras pero a mí me sigue haciendo una ilusión del copón juntarme con primos, tíos y con la ínclita súper abuela. "Mañana no ha de haber tanta comedia...", decía, qué fenómena.

Y hoy me he marcado una de marido comprometido con la causa, porque cosas de la medicina, a mi mujer le tocaba estar de guardia y me he ido a comer con ella y sus compañeros al Ramón y Cajal, que no es precisamente el restaurante de moda de la capital, sino más bien una localización cojonuda para ambientar una peli rumana de los 70...

Al principio me he sentido un poco como en "Plácido" y lo de "ponga un pobre en su mesa"...Luego ya mejor, pero reconozco que la experiencia me ha dejado un poco tocado, porque los hospitales no molan ni yendo uno de turista y recomendado, en eso estamos todos de acuerdo. Eso sí, me ha servido para relativizar muchas cosas, queridos lectores, y me sigue impresionando la capacidad de los médicos para tomarse su profesión con cierta distancia e intentar no implicarse emocionalmente con su trabajo, porque si no, el tema es muy pero que muy jodido.

Así que va desde aquí toda mi admiración a estos profesionales.

Que lo pasen bien estos días, yo estaré al pie del cañón por si hay que actualizar con algún tema que considere que requiera su filantrópica atención.

Salud! Es lo único que importa, no tenía ninguna duda pero hoy me ha quedado clarísimo.

Comments:
Bien, charly, bien.

Se recordó en Murcia el fin de semana previo a la Nochebuena 2007. Igual hay que repetir en los años impares, o primos, o algo.
 
Da gusto leerte y verte tan contentico. Un abrazo.
 
Primo... cuando me entere que comias en el Ramón y Cajal solo pedía que no suene una de esas alarmas de esas que se piran todos los médicos y te dejan allí con tu serpentina y tus langostinos porque te da algo.
Gracias por tu esfuerzo de ir a Santo. No me hacía a la idea de una baja tan considerable en la mesa.
Jon
 
Ay, esos pequeños sacrificios de la vida matrimonial, eh...

Cruzarse media península en pleno Día de Navidad merece un aplauso. Aquí va: claps, claps, claps.
 
guau que entrada tan entrañable!
unas cuantas risas y toque tierno al final.
que bien!
y sí,se le percibe especialmente
contento.
un abrazo.
 
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