Sunday, December 07, 2008

 

un sábado cualquiera



Llevaba 3 meses esperando el día de ayer. Luego no fue para tanto, pero la posibilidad de dormir 11 horas un sábado se adivinaba espectacular.

Dedicamos la mayor parte del día a trastear por casa, a escuchar discos con la tranquilidad que merecen. Hay cositas nuevas de Andy Chango, que versionea a Boris Vian y le ha salido un dico curioso, de Sergio Makaroff, que hace lo mismo de siempre pero nos sigue diviertiendo, de Pigmy, que nos lo recomendó de manera paralela mi hermano y Luisbe y nos ha costado encontrarlo pero al final se ha conseguido, y por lo demás, seguimos absolutamente enganchados a Quique González, que deambuló durante algunos años por la sendas malditas de la música española y ahora disfruta del reconocimiento popular, de lo cual, me alegro enormemente.

Lo mismo me cojo libre el día 23 y me voy a verlo a Bilbao, que me apetece un montón.

También le pegamos un arreón al "Dietario voluble", el último libro de Enrique Vila Matas, y al nuevo comic de Mauro Entrialgo, con las nuevas aventuras del genial Angel Sefija; cuando estoy solo y leo algo y me río, me parece lo máximo, y con éste me ha pasado varias veces ya.

Por la tarde -iluso de mí-, me acerqué al centro pensando que todo el mundo estaba atascado en la carretera y Madrid se había quedado para mí, y menuda equivocación. Todo petado. Pero petado de asustar. Qué horror.

Así que nos escabullimos de la muchedumbre y nos metimos al cine a ver "Leonera", la
última peli de Pablo Trapero, que se me escapó en Donosti y tenía ganas de verla. Claramente, no era la peli para reencontrarme con el cine -un mes hacía que no iba, qué nos está pasando....- aunque hay que reconocer que la actriz, Martina Gusman, está espectacular.

Y después me junté con un par de amigos que hace tiempo que no veía, Isma y Sergio, qué bonito es eso. También estaba José, y nos fuimos a cenar a un thailandés de esos por los que he pasado mil veces pensando "aquí no ceno ni de coña", y por supuesto, cenamos muy bien por muy poco dinero y lo pasamos genial.

Y así fue mi sábado. Ahora tengo que coger el coche un rato por órdenes estrictamente matrimoniales y estoy retrasando el momento lo máximo posible y por eso me ha salido este post. Algún día les hablaré del arte de procrastinar, una de mis actividades favoritas.

Comments:
me gustan los sabádos así.
y ese arte de nonbre tan raro
en que consiste?
 
Dormir es un placer. Casi como escuchar a Pigmy.
 
Post a Comment

<< Home

This page is powered by Blogger. Isn't yours?