el adversario

Y eso que cumplimos con la tradición y la primera vez que fuimos a la clínica hicimos un poco el canelo, porque a pesar de que teníamos contracciones y tal, nos devolvieron el toro al corral a las primeras de cambio y nos volvimos a casa con la sensación de que habíamos tirado un comodín.

Claro que, una vez visto lo que venía después, con la escala de dolor alcanzando máximos históricos, la primera vez estábamos más para ir a ver "Up", que ahora a ver cómo me escapo yo a verla...Pero la segunda vez, te puede ir la cosa mejor o peor, pero sabes que sales de casa con una mujer y un barrigón y vuelves a los 3 días con la misma mujer y la niña más bonita del mundo, y eso, pues qué quieren que les diga, impresiona.

El tema del parto da para varios posts con distinta escala de dolor, porque vaya tema, vaya tema. En nuestro caso, el tema se dilató -figura literaria aquí- durante 12 horas más o menos, por lo que cuando entras al paritorio, ya estás más que mentalizado y sólo piensas en empujar de manera vitual, porque todo el mérito recae -una vez más-, en mamá, nuestra nueva super héroe.

Por lo tanto, he decidido asumir las tareas de management y representación de mi bebe con los medios especializados, que es donde me muevo con más soltura. Porque ahora la lucha es contra las hormonas femeninas, que pasamos del fiestón subidón subidón al bajón down by down y si estás porque estás, si te vas porque no estás. Emoticonos varios por aquí.

Así que espero que este post sirva para reivindicar la figura del padre en todo este proceso, porque uno está ahí "estando ahí", no sé si ustedes me entienden.