el adversario

En los últimos años, andábamos metidos en otras peleas y aunque el partido seguía siendo grande, las preocupaciones futboleras estaban por otro lado.

Pero este año el equipo está bien y había en la ciudad y en la prensa un poso de optimismo de cara al partido. Eso que llamamos runrún, así como en cursiva. Fuimos por Pozas haciendo el paseíllo y al entrar al campo y ver el verde, mi mujer –en proceso de futbolización forzosa, qué bonito tiene que ser que te lleven a un Athletic-Real Madrid casi sin querer ir…- me dijo “es impresionante esta sensación”. Y es verdad, hay un momento en el que subes por las escaleras del cada vez más antiguo San Mamés, con las barandillas oxidadas, pero al llegar arriba, el óxido se convierte en césped y es verdad que la sensación es maravillosa.

Y lo que pasó después, lo habrán visto ya en los telediarios y periódicos. La salida en tromba del Athletic, el doble poste, el gol de Llorente, los 3 ó 4 paradones de Iraizoz, la casta del equipo, el vacile de Cristiano a un aficionado y todo lo demás, también. Mola que juegue el Madrid en tu ciudad porque a nivel mediático, es como cuando retransmitían la misa desde tu pueblo, parece el centro del mundo, y luego, no es para tanto.

Pero bueno, no vamos a negar que uno empieza la semana de otra manera. Son esas pequeñas alegrías que sólo el fútbol te puede dar…y hay que disfrutarlas.