Wednesday, December 15, 2010
no se puede uno fiar de nadie

Menos mal que no soy gran fan ni del uno ni de la otra, aunque reconozco que tenían toda mi admiración y respeto. En fin, a ver cómo acaba esto, que lo mismo son los dos inocentes y tenemos que pedir disculpas, pero algo huele a podrido en Dinamarca.
Por lo demás, todo en orden. He vuelto a estar ausente por aquí más de lo que me gustaría porque no paro quieto.
En un alarde de folla sin precedentes, logramos viajar a Bilbao en avión en "el puente de los controladores", un nombre mucho más mediático que el de la Constitución o la Inmaculada, que lo dice uno sin pensarlo. De esto que sacas los billetes para volar el domingo, llamas a Iberia para adelantarlos porque le cambian la guardia a tu mujer, pero como te cobran la intemerata por las tasas o yo qué sé qué, piensas que da igual, y acabas volando el día previsto como si no hubiera pasado nada. Y madre mía la que se montó.
El tema controladores es muy de este blog, y César Cobo -lo más cercano a Jude Law que tenemos por aquí-, muy mal lo tiene que hacer para no sacar provecho a su elegancia verbal, a ese sacar de quicio al personal y caerle bien a la vez a la gente que tanto valoramos en este país.
Pero vamos, lo que está claro, es que si nos fallan los ídolos y nos vacilan los controladores, es momento para darse cuenta de que debemos tirar de nosotros mismos porque ya no te puedes fiar ni de Rodríguez Menéndez.